Algunas cosas son extraviadas en los recuadros de la memoria tras imágenes perturbadoras de los demonios complacientes que te saludan en primer cuadro o sonrisas del ayer patológico invocando lo que nunca jamás regresara...
En este paisaje alcantarilla nada parece permanecer en su sitio.
Es una atmosfera de objetos perdidos y basurita cósmica intracraneal de reflejos y espasmos del futuro apagado y mi pasado guardavela.
Solo tu rostro y tu voz prevalecen por encima de todas mis anarquías.
Lo sé porque abrí mi pecho con tus limas y te encontré nadando ahí,
tan fresca como el alba.
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