jueves, noviembre 09, 2006

El punto final.

Escribir es la necesidad de desangrarse
perpetuar el dolor sobre papel
como intentar atrapar una mariposa
con alas de navaja
traspasa las redes y corta las manos.
Agacho la cabeza y escribo
es intentar capturar a la muerte
atar las tragedias hasta formar cadenas
secuencias de sucesos,
recurrentes, perpetuos
romance es la poesía del corazón
sufrimiento es poesía del alma.
Criatura, si me tratas mal
intentando recrear mi pasado
será inútil, aun así no te amo
y temes a que otra recorra el camino
de las cicatrices que dejaste en mi piel
pues te lo regalo
envuélvete en el
sigo caminando sin ti a carne viva
porque bajo la piel soy de papel
remplazando cicatrices por lineas que riman.
Agacho la cabeza y sigo escribiendo
intento ignorar la gravedad del asunto
para flotar en el vació del alma
detener el tiempo entre dos latidos
dejo de respirar y me sumerjo
frías, confusas, así son las aguas rojas
pero aun llego al fondo de la conciencia,
tomo la perla
y dejo iniciar mi siguiente latido.
Agacho la cabeza y sigo escribiendo
falta tan solo un elemento
para completar este suicidio
de rodillas el llanto, mi sangre en el piso
expuesto, listo, el escenario es mío
reencarnar mi tragedia en palabras negras
son mis ojos que leen al alma del lector
ahora solo falta la suerte de la matanza
elevar la pluma, dejarla caer en el corazón
sin error ni esperanza ejecuto mi pasión
sobre mi pecho de papel
la herida fatal
el punto final.

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