Mis ganas se van a dormir temprano.
Entonces, el desvelo de la soledad se apodera de mis dudas y le consulto a mi animo porque me hizo quedarme acá.
Deje hace rato de charlar cara a cara con el destino.
Y las promesas que otros se hicieron sobre mi,
tampoco las se como cumplir, así como las propias.
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