Y te perdí...
y la muerte continuó siendo la misma,
sin prisa,
sin pausa
y convertida en deseo,
como argumento el cielo
y por en medio la vida
ocurriendo sin cesar.
Seis años sin vernos
y no...
No parece que fue ayer
y aunque a veces fui feliz
no eras tú,
era el dolor
o en su defecto mi sonrisa
al creer que me marchaba
pero hoy me desespero
cuando siento
que nada es para siempre
y que el mundo no se acaba...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario