Algunas veces he escuchado
Las voces del mundo.
Murmullos imparables que martillan
Mi cerebro entre siseos y risitas.
Me tortura el no poder entender lo que dicen,
Pero durante un segundo creo poder entender lo que cuentan.
Y al siguiente se me olvida todo!!
Y comienza el vacio y el miedo.
No somos ni pez ni carne
Ni hombre ni mujer
solamente un segundo en el tiempo.
Los cuadros que cuelgan en mi pared
Me observan sin parar.
Y el payaso al que tanto miedo
Le tenia de niño
Vuelve a plantarse amenazante con risas burlonas...
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