Y puede ser
que me esperes
sentada entre las flores
desnuda, tanto como
solo yo te puedo ver
escuchando mi voz
que ahoga la distancia
que abrasa en el aire
toneladas de carbon
que son diamantes.
Y quizas hoy
sobrevueles
mis ojos que son como espinas
mis brazos que se oxidan
de abrazar lo que no es
de esperar tu malón
de falsas esmeraldas
de gotas por tu espalda
que se encienden con el sol
y que son diamantes...
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